Demagogia

Posted: lunes, 22 de marzo de 2010 by Luferbal in Etiquetas:
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Demagogia (del griego δῆμος -dēmos-, pueblo y ἄγειν -agein-, dirigir) es una idea política que consiste en apelar a emociones (sentimientos, amores, odios, miedos, deseos) para ganar el apoyo popular, frecuentemente mediante el uso de la retórica y la propaganda. Aristóteles la define como "el predominio de los pobres con exclusión de los ricos".[1]
La Real Academia Española define este término como la «práctica política consistente en ganarse con halagos el favor popular» y también como la «degeneración de la democracia, consistente en que los políticos, mediante concesiones y halagos a los sentimientos elementales de los ciudadanos, tratan de conseguir o mantener el poder». De esta forma, Aristóteles se oponía a la democracia como forma de gobierno adecuada, ya que consideraba como la tendencia inevitable a que el pueblo llano caiga en la demagogia como poder. Polibio denominó esta desvirtuación como ὀχλοκρατία [o.xlo.kra'ti.a], término que se mantiene hasta hoy en el español como oclocracia:..
Lo que distingue esencialmente la democracia de la oligarquía, es la pobreza y la riqueza; y donde quiera que el poder esté en manos de los ricos, sean mayoría o minoría, es una oligarquía; y donde quiera que esté en las de los pobres, es una demagogia.
Aristóteles.[2]
De esta forma también se considera como demagogia esa oratoria que permite atraer hacia los intereses propios las decisiones de los demás utilizando falacias o argumentos aparentemente válidos que, sin embargo, tras un análisis de las circunstancias, pueden resultar inválidos o simplistas.


La demagogia es frecuentemente asociada con el favorecimiento y la estimulación de las ambiciones y sentimientos de la población, tal como se presentan espontáneamente. Las promesas que suelen realizar los políticos durante las campañas electorales, son habitualmente criticadas como demagógicas, cuando aparecen como irrealizables. Las democracias liberales modernas, han sido reiteradamente cuestionadas atribuyéndoles la condición de sistemas demagógicos, debido a la utilización intensiva de técnicas publicitarias características del marketing, a la personalización de las candidaturas, la manipulación de los medios de comunicación de masas postergando el análisis político escrito, y el recurso sistemático a polarizaciones absolutas (bien-mal, democracia-antidemocracia, desarrollo-atraso, honestidad-corrupción), o conceptos imprecisos ("el cambio", "la alegría", "la seguridad", "la justicia", "la paz").

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1 comentarios:

  1. Interesante entrada, amigo. De aquí podemos deducir que no conocemos la democracia.
    Un saludo y gracias por tu visita a mi blog